BEGEL

2016/01/31

Neil Gaiman idazlearen hitzaldia: TENEMOS LA OBLIGACION DE LEER EN VOZ ALTA A NUESTROS HIJOS, DE PONER VOCES.

Neil Gaiman-en hitzaldia, ingelesez ikusi ahal izateko bertan sakatu.
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...Así que voy a empezar hablándoos de lectura. Os voy a contar que las bibliotecas son importantes. Voy a sugerir que leer obras de ficción, leer por placer, es una de las cosas más importantes que uno puede hacer. Voy a hacer una apasionada súplica para que las personas comprendan qué son las bibliotecas y qué son los bibliotecarios, y para que se conserven ambas cosas...

Una vez, asistí a una charla en Nueva York sobre la construcción de cárceles privadas, una industria de gran proyección en América. El sector carcelario tiene que hacer previsiones para su futuro crecimiento: ¿cuántas celdas van a necesitar? ¿Cuántos prisioneros habrá dentro de 15 años? Y vieron que lo podían predecir con mucha facilidad, aplicando un algoritmo bastante sencillito, basado en la pregunta de cuántas personas de 10 y 11 años no sabían leer. (Y mucho menos leer por placer).

No es una relación sencilla. No podemos decir que una sociedad competente en lectura no tiene criminalidad. Pero las correlaciones son muy reales.

Y pienso que algunas de esas correlaciones, las más sencillas, provienen de algo muy sencillo. La gente con buen nivel de competencia lectora lee ficción.

La ficción tiene dos usos. En primer lugar, es una puerta abierta a la droga de la lectura. La fuerza motora de saber qué pasa a continuación, de querer pasar la página, la necesidad de seguir leyendo, aunque sea difícil, porque alguien está en apuros y tenemos que descubrir cómo va a acabar todo… ésa es una fuerza motora muy real. Y nos obliga a aprender palabras nuevas, pensar pensamientos nuevos y seguir adelante. Descubrir que la lectura es placentera en sí misma. Una vez que aprendemos eso, estamos de camino a leerlo todo. Y la lectura es la clave. Hace unos años se planteó brevemente la idea de que estamos viviendo en un mundo post-lector, donde la capacidad de dar sentido a la palabra escrita es de alguna forma redundante. Pero esos días pasaron: las palabras son más importantes que nunca; navegamos el mundo con palabras y a medida que el mundo se va trasladando a la Web, tenemos que seguir, comunicar y comprender lo que estamos leyendo. Las personas que no se entienden entre sí son incapaces de intercambiar ideas, no pueden comunicarse. Y los programas de traducción no llegan a tanto.

La forma más sencilla de asegurarnos de que criamos a niños competentes desde el punto de vista lector es enseñarles a leer y enseñarles que la lectura es una actividad placentera. Y esto quiere decir, en su fórmula más sencilla, encontrar libros de los que disfruten, darles acceso a estos libros y dejar que los lean.
 La competencia lectora es más importante que nunca, en este mundo de mensajes de texto y correos electrónicos, un mundo de información escrita. Necesitamos leer y escribir, necesitamos ciudadanos globales que estén cómodos leyendo, que comprendan lo que leen, que comprendan los matices y que se hagan comprender...

...O, para expresarlo de otro modo, nuestros hijos y nuestros nietos tienen menor competencia lectora y numérica que nosotros. Son menos capaces de navegar el mundo, de comprenderlo para resolver problemas. Se les puede mentir y engañar con mayor facilidad, serán menos capaces de cambiar el mundo en el que se encuentran, serán menos empleables...
...Tenemos la obligación de leer en voz alta a nuestros hijos. Leerles cosas que disfruten. Leerles cuentos que a nosotros nos cansan ya. De poner voces, de hacerlos interesantes y de no dejar de leerles simplemente porque hayan aprendido a leer por sí mismos. De usar los momentos de lectura en voz alta como momentos para estrechar nuestra relación, como momentos cuando no estamos pendientes del móvil, cuando las distracciones del mundo se aparcan.
...A Albert Einstein se le preguntó una vez cómo podíamos hacer más inteligentes a nuestros hijos. Su respuesta fue al mismo tiempo sencilla y sabia. “Si queréis que vuestros hijos sean inteligentes”, dijo, “leédles cuentos de hadas. Si queréis que sean más inteligentes, leédles más cuentos de hadas." Comprendía el valor de la lectura, de la imaginación.
                                                   Iturria:http://hitzakpartekatuz.blogspot.com.es/

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