BEGEL

2018/12/13

... “un poquito de gracia y otra cosita”...

A la hora del cuento: la experiencia de leer a los niñosYolanda Reyes.

Sarritan aipatzen dugu hemen ze onura dakartzan eta zein ederra den umeei ipuinak kontatzeko esperientzia. Polita iruditu zaigu artikulu honetan azaltzeko era:


Para leer un cuento se necesita casi lo mismo que para bailar la Bamba: “un poquito de gracia y otra cosita”. La gracia la aporta cada niño: sus oídos atentos a esa voz que inventa un mundo, sus ojos abiertos y asombrados que van y vienen, del libro al rostro adulto, y esa cercanía deliciosa que tienen los niños para buscar refugio en el calor de sus seres queridos. Las otras cositas las aportan los adultos: ese ritual que se repite cuando papá, mamá o cualquier cuidador amoroso deja su vida en suspenso para entregarles una historia.

Con las palabras mágicas del érase una vez se erige un mundo imaginario, donde no caben el teléfono ni las urgencias del mundo real. “Que nadie interrumpa porque estoy leyendo un cuento”, dirá el adulto. Entonces los niños irán aprendiendo, piel a piel, que esa conversación sobre la vida que ocurre entre las líneas de un cuento da nombre a las emociones. Y aprenderán también a querer los libros porque les permiten conversar con sus seres queridos.

En esa coreografía que es como un baile y que amarra a una pareja lectora-niño y adulto o que hace una rueda para convocar a todo un grupo, en el hogar, en una escuela, en el parque, en una biblioteca, está la esencia de la lectura y ustedes saben cómo crearla. ¿Acaso, alguien podría enseñarles a bailar, a enamorarse o a arrullar a un bebé? Lo que sí puedo corroborar, como lo han dicho muchos de ustedes durante estos días, es que los niños no llegan solos a la lectura y que para leer en la infancia, se necesitan los adultos: sus voces que suben y bajan, que exclaman, preguntan, cuentan y cantan son la partitura para aprender a hablar, a escuchar y a leer lenguajes diversos. Ese triángulo amoroso que une tres vértices –libro, adulto y niño– se queda en la memoria profunda de los primeros lectores.

Sí, pero cómo leer, suelen preguntarme los padres. “Es que yo tartamudeo o leo despacio o muy rápido”… Por eso voy a contarles un secreto que me han contado los niños: nadie lee mejor los cuentos que un papá, una mamá o un adulto amado por ellos. (...Jarraitu irakurtzen)

Iturria: https://lecturadialogica.blogspot.com/2018/09/a-la-hora-del-cuento-la-experiencia-de.html

iruzkinik ez :

Argitaratu iruzkina